Las escaleras del IES Feria

Aridane Ávila-Las Palmas de Gran Canaria
Con mirada tranquila y alejado de mostrar lo que sus capacidades técnicas le atribuyen, Romario se sentaba cada día a las 10:45,hora del recreo, en las escaleras de la grada del IES Feria del Atlántico. Pocos le conocían fuera del círculo futbolístico y con tranquilidad se tomaba el momento en el que la mayoría de los niños se apresuran a demostrar su calidad como futbolistas. Pero él, mirada tranquila, se sentaba en la grada y dejaba pasar la media hora observando y hablando. Probablemente porque su capacidad quedaba lejos del patio del colegio y tal vez porque su aptitud estaba más cerca de un campo de césped que de las baldosas del instituto.
No muy lejos de su instituto estaba su casa. El barrio de La Feria del Atlántico no es un lugar fácil para vivir y sus habitantes lo saben. Para empezar porque las características urbanas del barrio no invitan a tener una vida tranquila, y segundo porque la mezcla de problemas sociales han llevado a la zona a tener que crear ilusiones para ver salir el sol. Pero la mezcla de estas condiciones siempre ha llevado a crear a grandes jugadores. Diego Armando Maradona, Pelé, o el mismo apodo que recibe Viera: “Romario”.
El Atlético Feria fue su antesala poco antes de llegar al club de Pio XII. EL “Feria” como es conocido juega encima de una montaña que antiguamente hacia las veces de vertedero. De hecho aún se pueden ver restos del que un día fue el tren que conectaba la parte baja de Las Palmas de Gran Canaria. Pero lo que sostiene al terreno de juego, poco tiene que ver con lo que sucede en el verde. El gusto por el verdadero fútbol canario, aquel que en esencia derrocha toque y filigrana para dejar sentado al rival. Y ahí es donde Viera empezó a agrandar su leyenda.
Con 15 años jugando en la cadete preferente marchó a la UD Las Palmas e ingresó en la cadena de filiales amarilla. Avanzando en la escala llegó como destacado a edad juvenil. Pero ahí se produjo el primer problema en su carrera. Diferencias de criterios a la hora de negociar su contrato mantuvieron apartado al atacante de la Feria desde noviembre del 2009 hasta febrero del 2010. Más de tres meses alejado de su pasión. Suficiente escarmiento como para dar un paso al frente y ganar en madurez para el futuro.
Unos meses en el filial y tiempo para confirmar lo que las quinielas decían sobre él. La llamada al primer equipo fue un golpe claro de ilusión y proyección para la carrera del mediapunta. Junto con su inseparable Vitolo y con Juanpe, Aythami o Vicente en el pack, la nueva hornada amarilla tomaba la primera plantilla. La primera cita importante sería la pretemporada en La Palma, unas semanas que deslumbraron con lo que eran capaces de hacer. En especial Viera, que asumió el liderazgo. El segundo punto importante fue el viaje a Lanzarote para disputar el Trofeo de San Ginés. Segunda prueba de fuego que esta vez salió rana. Después de disputar un partido, el mister Jémez, dio noche libre. Además coincidía con las Fiestas de San Ginés, noche grande de la capital lanzaroteña. En un gesto más achacable a la edad que a la profesionalidad, Jonathan Viera, Vitolo y Tyronne decidieron hacer una incursión excesiva en la noche conejera. Tan excesiva que hizo que los tres canteranos no llegaran al hotel hasta las 7:45 de la mañana y “descamisados y oliendo a alcohol” según palabras textuales del presidente, Miguel Ángel Ramírez. La sanción fue ejemplar para los tres y en especial para Tyronne que fue de nuevo enviado al filial. Aunque los jugadores pidieron perdón, el estigma podía ser perpetuo.
Probablemente la mejor opción para alejar fantasmas era demostrar sobre el terreno de juego. Hacer aquello que a él se le daba de manera natural. Hacer lo mismo que hacía en el Parque de las Olas, pegadito al campo del Atlético Feria. Y empezó el show jornada tras jornada. Paco Jémez le dio toda la confianza del mundo y en su asociación con los compañeros creaba un fútbol que hacía demasiados años no se veía en la isla. Fue tal la repercusión, que los amarillos lograron llenar el estadio ante el Real Betis, sin necesidad de finales o partidos a vida o muerte.
El interés de diversos equipos se fue multiplicando conforme las jornadas iban avanzando y los nombres de Real Madrid, Atlético o Arsenal empezaron a sonar en el entorno del jugador. Ninguno fue lo suficientemente importante como para dejarse llevar y olvidar una camiseta que lo hizo profesional. El fallido intento del Granada CF no fue suficiente a nivel deportivo, aunque económicamente habría solucionado su vida y la de sus descendientes.
Y en esta situación el mago de la Feria llegó al final de un ciclo. En el mismo campo donde marcó su primer gol como profesional en Villarreal, es posible que haya marcado el último vestido de amarillo. Y otro capricho del destino hace que debutar en la Comunidad Valenciana haya sido una señal para acabar siendo buque insignia del club que en la Champions llevará el nombre de la capital del Turia.
Lo que pase a partir de ahora es una incógnita. El secretario técnico del Valencia CF, Braulio Vázquez, ha afirmado que no se va a marchar cedido a ningún conjunto en la próxima campaña. Su calidad y su cabeza le dan categoría para jugar en cualquier competición, siempre con un periodo de adaptación. Valencia es una ciudad agradable y da condiciones para que la vida sea más fácil. Pero al ser una ciudad grande también da más opciones a que las tentaciones vengan por demasiados lugares y ejemplos de ello en el vestuario valencianista hay muchos. No será fácil tampoco entender a la afición ché, extremadamente exigente hasta el punto de exprimir a los suyos. Y tampoco será lo mismo hacer los dos kilómetros del Estadio de Gran Canaria a casa y comer pipas con los amigos en una esquina, que tener que habituarse a una ciudad de más de un millón de habitantes.
La esencia de su fútbol se basa en el arte que su mente transmite al tren inferior
Pero él sabe que puede ser el más grande porque cree en sus capacidades. Solamente dedicarse a jugar y hacer ese fútbol de la calle que a altos niveles cada vez está más olvidado. Quiere y puede, porque esta es su oportunidad y porque sabe que al fin y al cabo, aunque haya pasado el tiempo, no es tan diferente a aquel chico que se sentaba en la grada del instituto.

@AridaneAvila en twitter

Comentarios

Entradas populares